Hoy me enteré que Gallardón no tiene cabida en la lista del partido popular por Madrid en las próximas elecciones al congreso. Así, de primeras, me la trae al pairo. Pero siendo justo debo puntualizar que era un tipo, aparte de mis creencias e/o inquietudes, que me gusta. Y tampoco sabría el porqué me gusta. Tampoco me lo he planteado, la verdad. Acaso sea lo poroso de su pasión por el trabajo y el tan sincero sentimiento humano de reconocimiento: sabedor de que hace las cosas bien, quiere su premio. Yo también busco cuando algo hago bien se premie. Claro que sí.
No entiendo de políticas de alto nivel. De bajo, menos. Pero sí entiendo de la asincronía con el entorno. Soy el típico que viste de rojo en funerales. Supongo que tal medida está medida y ajustada a un resultado final óptimo para el partido popular. En mí lo han conseguido. Han decidido a quién debo alejar de mi lista...