martes, 1 de enero de 2008

Y sin quejarnos...

Hoy empezó el fantástico show de "tú sí que vales". Un claro ejemplo del maltrato televisivo al cual estamos sometidos, y sin ánimo de enarbolar ninguna cruzada contra la mediocridad, el populacho. Tres "jueces" disimulan su falta de gracia y recursos haciendo los aspavientos justos para caer en la simpleza. Queriendo ser justo, deberíamos otorgar el cetro de la necedad al mayor: un canoso fondón, sin amigos que le digan que no hace gracia, un usuario de un diccionario sin hojas, un galán de la modestia menos falsa que un bípedo pueda mostrar, un rojo que se desviste a toda prisa cuando tal color no le combina con su superflua verborrea, un hipoestésico al buen gusto, en fin... ése. ¿Cuántos usuarios del programa/artistas prestarán sus servicios para alimentar la tertulia de tres comedores de bizcochos borrachos? Los bizcochos...


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